Bruno Lanzarote invita a los lectores de Los dragones de San Borondón a un viaje fantástico en esta isla, donde un día descubrió dragones. Decidió retratarlos a través de sus ilustraciones a color para mostrarlos al mundo y, sobre todo, a los niños y niñas de Canarias. A estos dragones les gusta jugar, son traviesos y a veces necesitan ser mimados, conocer nuevas experiencias y viajar a otras islas. Por eso prefieren jugar en la imaginación de los niños y niñas, porque saben que los adultos no entienden mucho de dragones. Aunque también saben que hay unos pocos que pueden comprenderles, si se dejan llevar por la fantasía.